Puesta en marcha

Hace unos meses, varios miembros del Grupo de Recursos Marinos y Pesquerías de la Universidade da Coruña comenzamos a desarrollar los contenidos definidos en la planificación del proyecto GAP2.

De manera preliminar,  se realizó una presentación del proyecto en la sede de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, ante miembros de la propia entidad y de los patrones mayores de las Confrarías de Aguiño, Ribeira y Cambados. Esta presentación sirvió, entre otras cosas, para acordar el grado de implicación de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores y de las Confrarías de Pescadores en el desarrollo del proyecto GAP2, ajustar razonablemente los objetivos a desenvolver, valorar la delimitación del área de estudio, y conseguir, en definitiva, la colaboración de todo el sector. Para ello, los tres patrones mayores de las cofradías involucradas, se comprometieron a gestionar la cooperación e implicación de aquellos pescadores pertenecientes a cada entidad, especialmente, durante la primera fase de entrevistas (“Ecosystem mapping”).

A partir de este compromiso se convocaron dos reuniones en Aguiño y Cambados, con aquellos pescadores que tenían pensado participar. Se realizó una breve presentación de los objetivos y finalidades del proyecto, centrándose básicamente en la metodología y estrategias a seguir, debatiéndose los porqués de la necesaria implicación del sector y su operatividad.

La explicación de la segunda fase o “Periodo de monitorización”, fue la que inicialmente generó más dudas entre el sector productivo. Uno de los motivos principales que expusieron los pescadores tenía que ver con la excesiva especialización en la recogida de los datos y con el tiempo que requeriría completar los “logbooks” diarios. Además, la inclusión diaria de un dispositivo de localización geográfica (“logger”) en cada embarcación, supondría un mecanismo de control que no todo el sector estaría dispuesto a asumir.

Ante estas percepciones, hemos intentado trasladar al sector un serio compromiso en el tratamiento y confidencialidad de la información obtenida. En este sentido, y después del debate surgido, consideramos que gran parte del sector se mostraría partícipe a llevar un “logger” en su embarcación. En cuanto a la opción de cubrir diariamente un estadillo de monitorización, la respuesta se encuentra actualmente más diversificada, por ello, una vez terminada la fase de “Ecosystem mapping”, se ha planteado desarrollar una serie de talleres con los pescadores involucrados y generar con ellos uno o varios modelos de logbooks, que se adapten lo mejor posible a las características de la actividad de cada embarcación o segmento de flota.

Veremos cómo se nos presenta esta fase en los próximos meses.